10 may 2011

Del estudiante presencial al virtual - Realidad o imaginación

En el aula comparten el proceso de aprendizaje el docente y los alumnos, y ambos aplican ciertas habilidades y conocimientos previos, para realizar las actividades presentadas por el primero o sugeridas por los intereses de los segundos. Tal vez uno de los cambios más sensibles que encuentran los docentes en aula del siglo XXI está dado por la posibilidad que tienen todos de acceder a conocimientos que antes estaban reservados al alumno. Incluso el uso de los equipos tecnológicos (hard) resultan de fácil operación en manos de los jóvenes estudiantes, ellos las dominan de un modo más connatural que los adultos.

No es difícil imaginar que si el docente o sus alumnos utilizan en el aula las TICs, deberán aplicar habilidades nuevas. Al respecto Barberá (2004) reflexiona sobre las habilidades de aprendizaje virtual en el escenario educativo formal, proponiendo como tales:

• La autorregulación del proceso de aprendizaje
• La de construcción de conocimientos
• Para buscar, seleccionar, identificar y valorar la información relevante
• Habilidad para convertir información en conocimiento
• Para comunicar conocimientos, combinando con actividades presenciales y a distancia

Entonces, para un docente recurrir a las TICs para enseñar significará, entre otros aspectos, tener en cuenta poner en acto otras habilidades que anteriormente no las consideraba, tal vez, con igual nivel de importancia justamente porque el aprendizaje antes se apoyaba en sus conocimientos o en la dificultad de acceder al mismo sino es a través de él. Ahora aplicar estas herramientas TICs para la formación, en particular las informáticas, le demandan preparar más aún las clases ya que pueden aparecer dificultades no conocidas.

Claro que los recursos que el docente puede aplicar con objetivos educativos asociados con estas tecnologías pueden ser desde el simple uso de la computadora para procesar o buscar información hasta el uso de sistemas expertos. Estos objetivos han de lograr la adquisición de habilidades de alto nivel y procesos metacognitivos (los sistemas expertos) o la consolidación de habilidades básicas (herramientas de repetición) o de procesos exploratorios (como son los laboratorios virtuales). (Barberá.E – 2004).

Objetivos y tecnologías asociadas son un enfoque que el docente deberá comprender que él mismo ha de encarar y reflexionar a la hora de asociarlas en clases con una aplicación tecnológica o TIC; para asegurarse que el estudiante logre lo esperado.

Sólo de esta manera, reflexionar sobre las temáticas de las TICs asociada a los objetivos propuestos, podrán afianzar que el aprendizaje tenga la orientación esperada: no el de aprender el uso de la tecnología sino el del conocimiento o habilidad prevista por el docente en la asignatura que ella potencia.

Pero, ¿no es común ver docentes que aplicamos TICs en el aula y encontramos que el proceso formativo se confunde con la tecnología misma?, ¿No es este un indicador claro que aplicar dicha TIC no es suficiente para lograra foco en el proceso formativo?.

Sabemos que esto también ocurre con otros cambios que se introducen (técnicas no TICs), esto es, con metodologías que un docente aplica por ser innovadora pero que genera mas confusión que claridad en el proceso educativo y con las TICs no es la excepción.

Parece ser evidente que aplicarlas en el aula no la hace a la misma un aula tecnificada o una clase innovadora que garantice aprendizajes que de modo convencional no eran posibles o dificultosos, es menester identificar que en el proceso formativo de un docente hay barreras de aprendizaje para variadas temáticas y las TICs no están alejadas de esta posibilidad. ¿Cuáles son estas habilidades nuevas?, ¿cómo ayudar a un docente para que las adquiera?, ¿el uso de la TIC para enseñar un conocimiento; en qué nivel requiere de dominio?,

Es necesario comprender que estas herramientas potencian el aprendizaje (de ciertas temáticas) no presencial, habilitando al profesor en enriquecer actividades es este tipo con las que se dan en el aula. ¿Antes no ocurría lo mismo con las tareas para el estudiante? Seguramente el debate continúe entorno a las TICs, de cuáles son mas efecitvas, pero lo que es cierto es que el docente puede y sabe cómo potenciar este aspecto virtual del aprendizaje al proceso macro formativo.
Bibliografía: Elena Barberá y Antoni Badia. Educar con aulas virtuales- Orientación para la innovación en el proceso de enseñanza y aprendizaje : editorial Aprendizaje – Antonio Machado Libros. (2004) - 317.68/ BARB

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